viernes, 3 de diciembre de 2010

Un Vivir para Ganar la Vida


El árbol de la ciencia del bien y del mal produce un fruto que alimenta el alma humana y, finalmente, nos lleva a la muerte. Sin embargo, el árbol de la vida, nos alimenta con la vida de Dios y produce vida eterna (Gn 3:22b)
Quiero alentar a los jóvenes a que no vivan centrados solamente en el alma, invirtiendo únicamente en conocimiento. Deben procurar ejercitarse en la piedad, usar su espíritu para tener una comunión saludable con Dios y con los demás hermanos, invocar el nombre del Señor y leer-orar la Palabra. Ustedes, los jóvenes, aún no han desarrollado mucho su alma, por lo que deben aprovechar su juventud para ser llenos del Espíritu.
Recuerden que la caída del hombre vino por el árbol de la ciencia, que sirve de alimento para el alma; y que, lamentablemente, incluso después de ser salvos, muchos escogen alimentarse nuevamente del árbol de la ciencia del bien y del mal, desarrollando el lado bueno del alma, sin darse cuenta que Dios lo abomina tanto como al lado malo.
Digo estas palabras con la esperanza de que aquellos que aún viven en el alma, se den cuenta que Dios abomina tal actitud. Por más que hemos hablado esto por más de veinte años, algunos todavía no recibieron luz, no han querido ser iluminados y ni siquiera se sienten mal por ofrecer a Dios un servicio cuyo origen es su propia alma.(Fuente: Alimento Diario)

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