domingo, 24 de octubre de 2010

Salvación desde las profundidades


La experiencia de los 33 mineros atrapados en una mina en Chile, nos deja muchas enseñanzas espirituales. Ellos permanecieron muchos días en total oscuridad, así como cuando nosotros estamos en lo profundo de nuestra alma, no vemos las cosas con la luz del Señor. Entonces opinamos, argumentamos, dudamos, vivimos en confusión. Sin embargo, Dios quiere salvarnos y prepara una salida. Como la maquinaria que se utilizó para el rescate, de alta tecnología. Aún así, cuando excavaban el túnel, se encontraron con durísimas rocas que rompieron la broca de punta de diamante. En nuestra alma se encuentran enormes rocas que estorban el trabajar del Señor y nos impiden salir de nuestros razonamientos, de nuestros gustos, de hacer nuestra propia voluntad. Pero Dios no desiste, continúa Su trabajo, exponiendo cada detalle con Su luz maravillosa, llevándonos a arrepentirnos y cambiar de actitud. Finalmente, llega la cápsula salvadora que nos saca de las profundidades y nos lleva de nuevo a la presencia de nuestro amado Señor. Allí en Su luz, vemos la realidad; en Su atmósfera, respiramos Vida; en Sus brazos, recibimos amor.
Hoy en día, vemos que la venida del Señor está muy cerca. Ya no hay tiempo para permanecer atrapados bajo centenas de metros de argumentos, de aprecio por nuestro yo, de necias opiniones, de creernos algo porque el Espíritu nos dio ciertas capacidades. Salgamos rápido por el túnel del arrepentimiento, hacia la superficie de la realidad del reino de los cielos.

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