En Filipos, Pablo y Silas comenzaron su ministerio de manera diferente a todas partes. Siguiendo al Espíritu, fueron a un lugar donde solía hacerse la oración, que estaba junto al río, y donde las mujeres se reunían. Allí, oraron y hablaron a ellas hacerca de la voluntad de Dios, dispensando la vida para ellas. Como resultado, la casa de Lidia fue la primera en recibir hermanos para orar y escuchar la Palabra. Luego que el carcelero recibió la salvación, abrió su casa para recibir a los hermanos, y cuando llegaron les puso la mesa, seguramente sirviendoles alimentos y algo para beber. En este ambiente familiar, acogedor, Pablo pudo transmitir de manera simple las Palabras de salvación y el evangelio del reino. Estos comienzos en un nuevo continente, Europa, fueron orientados totalmente por el Espíritu. Vemos que de manera simple, como el fluir de un río, podemos abrir nuestras casas y hacer de ellas un lugar agradable, atrayente, donde podemos orar con nuestros vecinos y contactos y transmitirles palabras de vida. Dios quiere hoy, ganar a muchas personas, para que en ambientes cálidos, como estos, puedan crecer en vida y ser perfeccionados para entrar en el reino y gobernar con Cristo en el mundo venidero.
El sábado fuimos a la ciudad a lo largo del río, donde no parecía estar en un lugar de oración, y se sentó, y se dirigió a las mujeres que había competido allí, sucedió que íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro poseído de un espíritu juvenil de la adivinación, que, adivinando, dio grandes ganancias a sus amos, en el lugar de la oración en la iglesia oraba y Argentina se ha convertido indignado y dijo al espíritu en el nombre de Jesucristo, les digo: fuera de ella. Y, al mismo tiempo, a la izquierda.Jesus Cristo é o senhor
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